El frijol es una de las leguminosas más extendidas, perteneciente a la familia de las Fabaceae : originaria de Perú, es fácil de cultivar en el huerto doméstico. Veamos en detalle las principales características de los diferentes tipos de plantas y las mejores técnicas de cultivo para producir frijoles de kilómetro cero.
Tipos de frijoles
La planta de frijol está disponible en cientos de variedades , que varían en tamaño, forma y color. A continuación te indicamos las mejores para cultivar en tu propio jardín:
Frijoles Cannellini – Se caracterizan por tener semillas ligeras de pequeño tamaño y se pueden utilizar para sabrosas ensaladas, aterciopelados y cremas. También son excelentes como guarnición para platos de carnes blancas, moluscos y crustáceos.
Frijoles Borlotti – Se distinguen por su color rojizo y su sabor fuerte. Pueden aderezar pastas, minestrone y sopas.
Frijoles blancos de España – Frijoles grandes, perfectos para ensaladas o para guisar y disfrutar con un chorrito de aceite.
Frijoles rojos – Adecuados para cultivar en un clima cálido, son ideales para purés y sopas, mientras que en la cocina mexicana se sirven como guarnición de arroz y carne.
Frijol, como cultivar la planta.
La planta de frijol ama el clima cálido y templado , por lo que es preferible encontrarla ubicada en áreas expuestas al sol. Se adapta a varios tipos de suelo, pero prefiere los de textura media, frescos, bien drenados y ricos en materia orgánica. No crece de la mejor manera si se cultiva en suelos calcáreos, arcillosos y sujeto a estancamiento de agua.
Siembra
Según la tradición popular, la planta debe sembrarse dentro de los primeros 100 días del año, con la semilla colocada cerca de la superficie del suelo, a una distancia de 3-4 centímetros de la anterior (en hileras a una distancia de 50 cm). Alternativamente, la semilla se puede plantar en postarelle, colocando 5 semillas en cada hoyo (y manteniendo la distancia de 20 cm entre cada hoyo). De esta forma el esfuerzo común de las plántulas facilitará la emergencia del suelo: la mejor solución en caso de suelos excesivamente duros.
En general, la siembra debe realizarse cuando la temperatura ambiente mínima haya superado constantemente los 10-12 ° C, por lo tanto, entre marzo y mayo. La semilla tarda unos 7 días en emerger, el tiempo se reduce cuando supera los 20 grados. Si el frijol es del tipo trepador, también se deben preparar los soportes de estacas o redes.
Fertilización e irrigación
Puede ser útil realizar una fertilización orgánica con estiércol maduro o granulado, para ser enterrado a media profundidad. El nitrógeno se captura del aire, mientras que puede ser necesaria una dosis de potasio. También recomendamos realizar un control frecuente para comprobar la presencia de malas hierbas (a retirar) y proceder con el cavado para airear el suelo y evitar la formación de costras que puedan dificultar la emergencia de las plántulas.
En cuanto al riego , los frijoles requieren agua solo en el momento de la floración. En las variedades enanas se deben realizar un par de riegos, mientras que las judías trepadoras con floración continua necesitan (poca) agua cada 7-10 días.
Colección
Los frijoles deben cosecharse cuando estén maduros, con la vaina completamente coloreada, aproximadamente 80/120 días después de la siembra.
Propiedades nutricionales de los frijoles
Los frijoles son ricos en carbohidratos y aseguran una buena ingesta de proteínas y vitamina B y C. Su contenido en grasas se reduce, mientras que la fibra presente en la piel regula las funciones intestinales. El valor nutricional es altísimo, garantizado sobre todo por los hidratos de carbono: se acerca mucho al que aportan la carne o los huevos. Finalmente, los frijoles son portadores de potasio, un mineral involucrado en el control de la presión arterial, la salud del corazón y la transmisión nerviosa.