El ciclamen es una planta muy fácil de cultivar, que podría producirse tanto en macetas en el suelo al aire libre . Es posible elegir entre diferentes especies, según su ubicación. De hecho, hay ejemplares más pequeños para mantener al aire libre y otros para cultivar en casa. Se distinguen por diferentes tonalidades de color y por la floración que puede ocurrir hasta 5 años seguidos. Los primeros brotes aparecerán en septiembre , para durar todo el otoño y el invierno.
Ciclamen en maceta: cultivo
Cuando decida cultivar un ciclamen en maceta y mantenerlo en el interior, debe tener mucho cuidado en dónde colocarlo. La temperatura no debe superar los 15 ° y debe evitarse la exposición directa a la luz solar (por lo tanto, los alféizares de las ventanas están fuera de los límites, si están expuestos).
El ciclamen en maceta se debe plantar entre julio y septiembre : las semillas deben colocarse junto con un puñado de arena, al que añadir tierra y un primer riego ligero. Para mantener una temperatura constante, puede envolver la maceta en un plástico transparente, que se quitará dos veces por semana para ventilar y regar. Los primeros brotes aparecen después de aproximadamente un mes. Entre ellas tendrás que seleccionar las plantas más fuertes, para colocarlas en la maceta final.
Ciclamen exterior: cultivo
Si tu intención es cultivar ciclamen en el jardín, te sugerimos optar por las especies silvestres , con flores más pequeñas, las más resistentes al frío. Será importante colocar la planta en áreas sombreadas, preferiblemente debajo de un árbol y resguardada del viento. El suelo elegido debe ser drenante, blando y húmedo.
Cómo cuidar el ciclamen
El ciclamen debe regarse regularmente, pero se debe evitar el estancamiento de agua que podría pudrir la planta o alimentar el moho y otras enfermedades fúngicas. En cuanto a los parásitos, son frecuentes los ácaros, pulgones y algunos tipos de insectos. El riego debe reducirse durante la fase de reposo vegetativo de la planta, o en primavera, cuando deja de producir hojas y flores. Antes del reinicio vegetativo se pueden trasplantar los bulbos, colocándolos a una profundidad de unos 8 cm en suelos abrigados y a una distancia de al menos 4 cm entre sí. Durante el verano, recuerde quitar las hojas y flores marchitas para fortalecer la planta.